Cavidades de un vacío
¿Quién
cura la mirada rota, ausente?
Trabajando
como un bálsamo del alma
No
olvidemos que la vida tiene espinas
Y no es
fácil conducirse hasta la calma.
Mas si
hablamos del amor como remedio
No
olvidemos que también consta de astillas
Que se
adentran en lo profundo del rojo
En su
anhelo de ejercer de jeringuillas.
En el
músculo que late, las semillas
deja esta
esencia tonal, plena e intangible
Sin
prisa, surgen las raíces temidas
Custodiadas
por un hálito invisible.
Brotan
como lo haría un aliso fuerte
En los
márgenes cristalinos de un río
Creación
de amalgamas, como la esfinge
Rellenando
cavidades de vacío.
Sin
embargo, nadie dijo del vacío
Salvedades
de las que tener cuidado
Y por eso
el amor se torna salvaje
Convertido
en juegos de azar y de dados.
Nunca
sabremos, si este es bueno o si es malo
Si acaso
no cura para aplicar daño
Si dona
ilusión para luego robarla
Si no es
la oveja negra de este rebaño.
Rebaño de
latidos y sentimientos
Sentido
de un latir que ya no rebaño.