Lo cierto es que escribo estas líneas con cierto cargo de conciencia. Estamos finalizando julio, y esta es la primera entrada del mes que hago. Probablemente, la última también. Del mes, insisto. Eso sí, siempre me he sentido atraído por las excusas y estoy dispuesto a blandir un par de ellas que justifiquen el polvo que el desdichado (pero no olvidado) blog ha...