No apagues la luz
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No apagues la luz, Bernard Minier.
Thriller psicológico. 576 páginas. Black Salamandra, 2015.
En los últimos años, el
género del thriller (con especial
particularidad, el del thriller
psicológico) ha tenido en varios autores franceses unos verdaderos
artesanos. Pierre Lemaitre abrumó no hace mucho con Vestido de novia, también lo intentó con Irène. Esta vez, es Bernard Minier quien captura la atención. Lo
hace a base de manejar los ingredientes y reglas de la novela negra a su
antojo. Se salta ciertos prototipos para dejar al lector sin respiración, para
tensar sus músculos al mismo ritmo que se tensan los de los desafortunados
protagonistas de esta historia de violencia, maltrato, engaños y situaciones
límite.
Christine Steinmeyer es una
joven locutora, voz estrella de un programa radiofónico francés. En la víspera
de Navidad recibe una carta suicida que decide no tomarse muy en serio. A
partir de ese momento, su vida comenzará a tambalearse sin ningún tipo de
piedad. Al mismo tiempo, el comandante Servaz se restablece de su depresión en
un centro de retiro para policías. Pero su intento de recuperación se ve
interrumpido cuando recibe un sobre con un misterioso contenido.
Bernard Minier recupera para
esta historia la figura que tan bien le funcionó en sus dos obras anteriores, la
del comandante Martín Servaz. Lo hace añadiendo a Christine, que se repartirá
el peso de esta novela donde la brutalidad del ser humano se descubre como un
peligro que no conoce límites. La manera en que el autor logra unir el sendero
sinuoso de ambos personajes es un ejemplo del dominio que posee para afrontar
este tipo de narrativa. Los principales recursos residen en el sufrimiento al
que son sometidos los personajes, principalmente el femenino, algo que Minier
aprovecha para denunciar sin pronunciar de manera explícita la situación de
abuso y desprecio que sufren muchas mujeres en la sociedad francesa y, por
extensión, en la europea. Esto deriva en que el lector no tenga un respiro, en
que se vea obligado a beber de los mismos malos tragos que Christine. Un
desarrollo sin escrúpulos, contado en un tono oscuro que no cae en la exageración,
siempre tensando la cuerda al máximo.
El autor de la novela, Bernard Minier
El factor psicológico está
presente a lo largo de toda la novela, como un personaje más, o como parte
inseparable de la condición humana; la psicología perversa por una parte,
aquella propia de quienes obran con verdadera maldad con tal de conseguir algún
beneficio, o incluso la de quienes hacen el mal por el mal; y la psicología
corroída por quien sufre la crueldad de otros, viéndose abocado al infierno no
sin antes pasar por un proceso de declive vital y moral peor todavía que el
destino último.
No apagues la luz se
convierte desde las primeras páginas en una lectura no apta para personas
delicadas. Las cartas se enseñan en el primer momento, a pesar de que el autor
las remueve y juega con ellas a su antojo, creando una vorágine de situaciones
extremas. Una historia donde los papeles de las personas se intercambian, para
que nunca sepamos con quién debemos juntarnos, de quién deberíamos
resguardarnos. Porque nadie es quien aparenta ser, de manera consciente o inconsciente;
todo es susceptible de cambio según el comportamiento y la influencia de
terceras personas en la vida. De esa manera, una víctima más se une al
torbellino. El propio lector, que apenas podrá evitar verse envuelto de lleno
en esta atmósfera. No obstante, disfrutará con los giros que el autor tiene
preparados y con el desenlace, donde apagar la luz seguirá siendo una opción de
difícil elección.
Valoración: 6
2 comentarios
¡Hola Paulo!
ResponderEliminarRecién descubro tu blog y ya te sigo (Te invito a que te pases por el mío).
Le tengo muchísimas ganas a este libro aunque lo deje pasar, no he leído mucho thriller pero sí suspenso, además de que me encantan esos tipos de películas, aunque ultimamente he quedado decepcionado por este tipo de novelas.
¿Calificas del 1 al 10 cierto?
Sí es así quizás lo deje pasar un poco de tiempo más.
¡Abrazos electrónicos!
¡Hola Erick!
EliminarPues la verdad es que esta novela, ahora que ha pasado algo de tiempo, me dejó un poco de frío. Promete en un primer momento, pero fallan ciertas cosas... Si quieres leer una buena de suspense, te recomiendo 'Vestido de novia', de Pierre Lemaitre, también francés.
Creo que esa sí merece la pena ;)
¡Saludos!