La pertenencia
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La pertenencia, Gema Nieto.
Novela personal. 233 páginas. Caballo de Troya, 2016.
Abrir una obra literaria, una
ópera prima, con citas de Henry Miller y William Faulkner puede parecer
pretencioso. Más de un lector avezado podría sacar la lanza, dispuesto a
ensartar sin piedad y con ademán aleccionador al autor en la primera falta que
detecte. Tal vez Gema Nieto haya buscado eso intencionadamente, además de
recubrir de significado y simbolismo la historia en la que estamos a punto de
sumergirnos. Porque con la lanza en posición de ataque, una mano emerge de
entre las páginas y se la arrebata a quien haya querido blandirla para, en un
rápido movimiento, ensartársela en el mismo pecho. Así se siente la voz
narrativa que, bajo diferentes fachadas, se mueve con una contundencia que
aprieta, retuerce, ahoga a quien lee. Haciendo sentir el dolor que reviste a
los personajes de la historia contada.
En La pertenencia, tragedia es más que un sustantivo. Es puericia
rota, palabra herida, tumor odioso, sombra autoritaria. Es algo tangible y
doloroso; escuece. La protagonista (náufraga en un mar de personajes sin mejor
suerte) descubre los golpes que la vida puede dar a una edad en la que todavía
no ha sido preparada para ellos. Como si descubriese no solo que los reyes
magos no existen, sino que crucifican, exterminan. «Lo que cambia el curso del
universo siempre es una llamada telefónica de madrugada». Una cita clara y
concisa, a modo de esqueleto que se basta por sí solo para mantener en pie la
historia escondida en una vida que necesita expulsarla al exterior. Esa niña
que dejará de serlo vertebra todo lo que se construye y destruye a su
alrededor. Vemos a través de su mirada, pero también mediante la del padre, la
del tío, la de la abuela… Y todo con una delicadeza cruda, construida de manera
impecable por la autora.
La autora de la novela, Gema Nieto
Si bien no hay título ni
indicador alguno que haga referencia a ello, en esta novela se pueden
distinguir dos partes. Cuando la niña es todavía niña, y cuando ha dejado
inevitablemente de serlo. El lenguaje se vuelve entonces más lírico,
advirtiendo la llegada de una personalidad que se ha aferrado a las letras
impresas tanto en los libros como en su propia piel, aquellas grabadas a fuego
y a sombras. Las ha convertido en tabla salvadora, en refugio, y eso es algo
que se hace notar. No desmerece el transcurso de los hechos, por fortuna, a
pesar de provocar (puede que intencionadamente, puede que no) cierta nostalgia
por aquella visceralidad tan escrupulosa con que abrían las páginas de la obra.
La pertenencia es una novela
para quienes buscan poner nombre al dolor a sabiendas de que no hay manera de
conseguirlo, para quienes buscan en una lectura jugar (despojado de
connotaciones infantiles e inocentes el verbo) a entender la memoria, su peso y
valor en la vida. Es también una novela para los que aman las historias contadas
desde las entrañas, revestidas de manera impoluta por un dominio absoluto del
lenguaje literario. Todo ello, y alguna cosa más, es lo que convierte a esta ópera
prima en una oferta que no merece la pena rechazar.
Valoración: 8
10 comentarios
Muchas gracias por seguirme en el blog, te sigo de vuelta^^.
ResponderEliminarCreo que este libro lo dejaré pasar >.<
Es una pena que lo dejes pasar, pura intensidad y literatura.
EliminarPero hay muchos libros por leer, como bien tú sabes.
¡Gracias por pasarte!
A mí me ha parecido una pasada. Habla de muchas cosas: el dolor de una familia rota, el descubrimiento de la homosexualidad y el amor... todo contado de manera bellísima. Impresionante, de verdad. Una lectura que me ha marcado.
ResponderEliminarConcuerdo contigo, tocaya. Es un relato que habla de una manera intensa de muchas cosas. Y marca, desde luego que marca.
EliminarGracias por tu comentario :)
¡Hola! Encontré tu blog por la iniciativa de Seamos Seguidores y ha sido genial descubrir tu blog :3 ¡Ya te sigo, espero verte pronto por mi blog y conocer tu opinión!
ResponderEliminarUn abrazo,
Montse
http://losmillibros.blogspot.mx
Muy buena reseña, la verdad es que dan ganas de leer el libro (veo que tiene buen precio en ebook) ¡Enhorabuena! Pasaré más a menudo.
ResponderEliminarMerece la pena, desde luego. Muchas gracias por pasarte, ahora mismo curioseo yo por el tuyo ;) ¡Saludos!
EliminarMi gozo en un pozo, veo que no hay blog al que asomar la nariz. Pues prometo esmerarme en siguientes reseñas, para mantener el contacto.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarEstupenda reseña, el libro lo pone fácil y difícil a la vez. Comparto la imagen de la lanza, porque justamente eso fue lo que me provocó durante su lectura: "con la lanza en posición de ataque, una mano emerge de entre las páginas y se la arrebata a quien haya querido blandirla para, en un rápido movimiento, ensartársela en el mismo pecho." Un saludo.
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